Cuantas veces al abrirse la puerta, levanto la mirada para ver si sos vos quien entra, aún sin saber si voy a reconocerte, aún sin saber si vas reconocerme vos.
Son tantas las ganas de tus abrazos, de tu perfume, de tu sonrisa y tu mirada, que creo que los tengo grabado en mi.
Y te espero, aún sin saber si vas a tener la misma fisonomía, o será otra la presentación...
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