La energía es el resultado del movimiento.
En la electricidad: de los electrones; en la eólica: de masas de aire; en la solar: electrones dentro de un material semiconductor.
El movimiento genera energía.
En nuestro caso es igual.
El estancamiento de emociones, nos oxida interiormente.
Quedarnos en la comodidad de las zonas seguras, nos provoca cayos.
Arriesgarse, jugarse, desafiarse genera en nuestro interior la adrenalina que da como resultado la energía. Porque la adrenalina es movimiento.
Nos emocionamos, asustamos y queremos escapar cuando lo que sentimos después del primer paso inunda lo que llamamos alma.
Encontrarnos con emociones nuevas, re diseñar el formato en que se expresan, aprender a ser quienes siempre soñamos, todo eso requiere de fuerza interior, de coraje, y de decisión.
Tenemos la capacidad de cumplir cualquier sueño; de llegar lo lejos que la imaginación se anime; amar más allá del dolor, las diferencias y los miedos; de rediseñarnos cuantas veces sean necesarias.
Somos seres capaces de iluminar nuestras propias vidas y de las que se acercan... solo es cuestión de proponerselo.
Somos movimiento y el movimiento energía, dejemos que surja, arriesguemosnos a brillar y permitamosnos sentirnos vivos.
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