Eran tardes de frío sin abrigo, noches de cielos sin estrellas, muchas palabras y pocos mensajes.
Luchas, peleas y reconciliaciones de las intensas mirándome al espejo.
De esos momentos que se vuelven bisagras y el tiempo traicionero que parece no pasar nunca, un día se acelera.
El diccionario se volvió limitado, las palabras se escondieron y de repente todo se detuvo en un instante al que quise eternizar.
El silencio dejo de lado la incomodidad y leíste una a una mis miradas.
La música fue emisaria de tus pensamientos. Tus manos traductoras.
El aire me faltó y suspiré.
Y mágicamente te colaste entre mis sueños, e impunemente te apropiaste de mis pensamientos.
Y te dejo hacerlo.
Y lo disfruto.
Y garabateo en un papel mi próxima caricia.
E invadida de mis ganas de vos te propongo un trato en donde la emoción nos marque caminos, las ganas definan tiempos y del miedo solo queden huellas que el descubrirnos exija borrar.
Tomaba un café con vos y sonreí... no una, sino mil veces y eso... después te cuento solo a vos, que me hace sentir.
Fotografía: Vero Mariani
3 comentarios:
hermosoaoa!!! sos tan tanto y tan mucho!!!
somos dos entonces...
ÑAAAAAAAAAAAAAAAA MUERO DEL AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR!!!! y el toque del post: que termine con un comentario apropiado.....
mejor me callo jijijij
te quiero amiga!
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