3/8/11

Cuando sea grande...

Recuerdo cuando era chica haber intentado muchas disciplinas: ballet, patin artístico,  taekwondo, dibujo, cerámica, natación y alguna que seguro mi recuerdo reprimió por ahí. En ninguna me destaque, las probé, sentí que no eran para mi y las deje. O me rendí? Who knows?.
Hoy de grande me veo más insistente de algún modo y aunque no me salgan del todo bien, sigo intentando. Como escribir por ejemplo, plasmando en palabras lo que siento y dejando pequeñas huellas en la arena aunque estas se borren con el viento, pero intento.
Hay otras cosas, otras situaciones, otras experiencias que me llevan a sentir, tal vez confusamente, que tengo que dejar de intentar, que el desafió mas grande puede ser, no hacerlo.
Y qué hacer cuando la tristeza de abandonar nos dice, "una oportunidad más?" Cómo combatir la idea anidada de haber nacido para algo y que la vida nos lleve a ver que el camino es más difícil y que proponerselo no basta? Cuando es el tiempo de reconocer nuestros limites? Realmente los hay?
Estos tiempos de poco compromiso de los hombres como genero, con los hombres, lleva a pensar que todo aquello que soñamos, imaginamos y construimos en nuestros pensamientos pueden no hacerse realidad y las ganas, ay las ganas!, nos lleven a un lugar no conocido de nuestra inseguridad.
Quiero volver a creer, quiero volver a soñar con esas cosas que deseaba para mí y tener la certeza que solo es cuestión de tiempo, y que lo que se hace llamar imposible, no es mas que una dificultad que nos lleva a ser fuertes para disfrutar aun más el sentimiento de realización al ver nuestro sueño logrado.
Será suficiente con querer? Who knows?

3 comentarios:

Antigua Feria dijo...

Más que sufienciente pero quién lo sabe. El límite, creo, es cuando lo que estamos haciendo no nos gusta más...creo que ahí hay que decir basta y seguir. Besos, Dani

Mara dijo...

Qué difícil, generalmente nos damos cuenta después, pero quién te culpa por haber lo intentado?
Seguir, y seguir intentando... hasta que un día te decís: pará ¿qué estoy haciendo?
Besos

Ser dijo...

Surfeando en este raro universo cercano, de seguidor en seguidor como pequeñas olas que definen un rumbo me detuvieron tus palabras, que casi sentí como mías.

No sé dónde terminan mis límites, pero sí sé que cuando mi alma pide pista para “vivir a pleno” mi mente debe callar con el respeto que un niño mira a su abuela, mi sangre prepararse para fluir con el viento y mi pecho elevarse para marcar el camino.

Suerte!!, que encuentres el rumbo que la da sentido a cada paso.