Dedicado a toda la gente que quiero
y que emprende a diario
nuevos desafios en la busqueda de la plenitud.
Los cierres de etapas implican más que simplemente el final de una cosa y el inicio de otra. Habla de haber aprendido, de haber experimentado, de haber reído y por qué no, de alguna vez llorado.
Muchas veces esos cierres son difíciles y más aun cuando uno le agrega constantemente el condimento de la pasión a lo que hace y vive, cuando la intensidad esta ya por ser uno el ser actuante.
Cambiar de trabajo, cerrar relaciones, mudarse, cada situación, una versión de la misma sensación.
Cuesta pensar en lugares nuevo, personas nuevas, perfumes nuevos, porque en definitiva el que es nuevo o versión renovada, es uno mismo.
Reconocer que estamos listos para lo que se viene requiere coraje, voluntad y sobre todo brazos abiertos. Para afrontar los cambios, para sostenerlos y abrazarlos como lo que son, una nueva oportunidad.
4 comentarios:
carpe diem my friend!
¡Aguantá' lo' trapo', gata!
Cordialmente,
Yo.
En los últimos años me la pasé cerrando y abriendo etapas. Ese miedo que mencionás al pasar es muy, muy cierto. Creo que lo mejor es convertirlo en virtud. Un motor para afrontar sin prepotencia lo que viene.
vengo de alma singer y me encuentro con este post que tan bien expresa lo que siento en este momento. que lindo post! me gusto mucho.
beso grande. lau
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