Hay café café!!!

Siempre fuí fanática de esta infusión. Más aún cuando tuve el placer de probar la cantidad de variedades de estos en Starbucks y declararlo, mi lugar.

Para estudiar y mantenerme despierta, fue mi fiel compañero. Bebiendo litros del mismo para lograr el objetivo de seguir en pie, fui generando una especie de fanatismo que llego al punto de decir "mato por un café" en momentos particulares de mi vida.

En mi nuevo trabajo, hemos ascendido un escalón en esta relación "Cafeína-Barbie-Cafeína".
En cada área hay termos con esta infusión maravillosa, que son recargados al instante una vez que se vacían. Siempre en la temperatura justa y para servirlo en grandes cantidades.

En mi sector se ha generado una rutina con la cual soy beneficiada. Cada uno que se levanta a buscar café, sin preguntar, me trae una taza, con un sobre de edulcorante y sin importar el tiempo transcurrido entre taza y taza. Si tenemos en cuenta que son 4 personas más los que toman infusiones, la cantidad de café que tomo durante el día, supera ampliamente al litro.

Todos creerán que a la noche no puedo dormir por la cantidad de la sustancia, pero NO, ya he perdido toda sensibilidad a la cafeína y por el contrario, me desmayo al llegar a la cama.

Llegué a darme cuenta que tomo más café que agua... terrible, no?